domingo, 13 de noviembre de 2011

Doscientos veintitrés: La sinceridad

Desde que aprendí a ser sincera, me es imposible ocultar.
Ocultar es perverso, sino es por timidez.
Disculpen si me pongo verborrágica, no me puedo contener las emociones.

Dejé terapia porque era una cloaca.
Todo debe ir por el cauce que viene.

No tengo tubos de desagote. No hago catarsis. Soy sincera.
Share/Bookmark

0 comentarios:

Publicar un comentario