martes, 1 de noviembre de 2011

Doscientos once: El estrés

Yo solía jactarme de mi inmunidad frente al estrés laboral. Solía ir al sol mientras todo podía estar amenazando mi estabilidad económica. Creo que no quería notarlo. Capaz yo no podía hacer nada. Capaz no tiene sentido. Capaz es un mal mayor, el estrés.
Y ahora entiendo que estar tres semanas con la tos es el subproducto de haber contraído el mal. Que los mocos de las semanas subsiguientes también. Pero sobre todo, lo más triste, es la ira. Lo inmanejable de la ira, será. Mi encabronamiento que bulle a través de la piel.
Estoy harta.
Me voy al sol.
Prestame tu pasto.
Dos horas nomás, me olvido de todo.
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