miércoles, 23 de noviembre de 2011

Doscientos treinta y tres: Azul

No sé dónde estaba mi hermana pequeña (debo referirme a ella necesariamente porque la extraño aunque no tenga nada que ver con esto).
Yo me puse el piloto azul porque llovía. Y me puse las zapatillas azules por el piloto azul. Y como estaba toda azul (y los ojos) me puse la peluca azul también. Y salí.
Me compré un libro de poesía de juan gelman en un kiosco de revistas mientras esperaba que llegara él.
La gente era mucha porque el cumpleaños de la ciudad.

Él llegó de traje y con sombrero, pero él tenía una fiesta de disfraces. Se sentó y le leí una poesía que hablaba sobre la poesía.
Unas personas de escasa edad se nos acercaron y pidieron permiso para sacarse una foto con nosotros como si fuéramos mickey mouse.
Luego se fueron y ni una moneda nos dieron.
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