viernes, 4 de noviembre de 2011

Doscientos veinte: Darse

¿Qué era eso de decir desde el fondo del aula "presente", desde la más lejana ausencia, desde la transparencia incluso?
Ahora es como si todo el tiempo, trabajara para estar presente. Ya nadie me pide que lo diga. Sería más sano a veces irse por las ramas de la mente, preservarse, oscurecerse, desaparecer. Pero eso no es vivir. No al menos para mí. Yo soy tajante. Corto con un látigo. Por dentro, lava.
Pero no es fácil salir, no es fácil dejar salir. Darse. Darse al piano. Darse al amor. Darse a la vida. Ala delta. Arrojo. Audacia. Darse por entero. Subirse a un techo. Mirar como el sol baja naranja, rojo, rosa, violeta. Jugar a la pelota por azar. Pero darse. Comerse una medialuna con todas las papilas. Bailar tango por azar. Pero darse.

Recibir el sonido que vuelve como un regocijo no, como otro envión sí.
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