domingo, 13 de noviembre de 2011

Doscientos veinticuatro: ensamble vocal

Nos reunió un poco el azar, otro tanto las ganas.
Éramos tan distintos, pero sin jerarquías. Imaginate un mundo sin jerarquías.
Ensamblar es conectar. Para conectar no puede haber jerarquías.
El sonido era el material común.
Sonidos puros.
El sonido de nuestros corazones, de nuestras respiraciones agitadas.
Incluso desacompasar era musical. Porque no era necesario estar uniformes. Éramos (somos) muchas ovejas mezcladas.
El director era nuestro pastor.
Alabado seas.
La música, vos y el amor.
Comulgamos. En torno al sonido, todos comulgamos, abriendo la boca pedimos la paz.
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