domingo, 17 de abril de 2011

Treinta y uno: La conformación del hogar

No sé si es el sonido del hervor en la cocina, el vapor en el baño, las miguitas sobre la mesa, el reflejo de la luz de la pieza. O una energía cósmica e irracional. Pero hay algo que me dice que esto se está pareciendo a un hogar.
De ser la sonámbula que transita y escarba su computadora sola hasta las seis de la mañana pasé a ser la cohabitante de otra sonámbula que también escarba su computadora hasta vaya a saber uno qué horas.
Y esto, tan simple y minúsculo, como la vida en el universo, es perfecto. Como esa idea de perfección que tienen los humanos y que por imperfectos será siempre imperfecta.
Miro las migas, los vapores, los hervores, los reflejos, los ruiditos, las mugres ajenas mezcladas con las propias, y digo: alabada seas, cohabitante L.

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1 comentarios:

Unknown dijo...

welcome home L!

pero no sean cochinas y limpien!

jajaja

besos a ambas

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