viernes, 1 de abril de 2011

Diecisiete: El Poeta al lado del Ministro

El bondi que me tomé hoy, después de dejar pasar tres, pudo ser el evento hitero del día, sino hubiese sido por el episodio del ministro sentado al lado del poeta. No me voy a hacer la tonta. Yo ya sé que el poeta no es copado por ser poeta y que los hay que transan y hasta se sientan a comer con los presidentes. Debe ser que a mí no me gustan los funcionarios ni los funcionales. Debe ser que me voy al carajo con la fe en la poesía. Como si la poesía redimiera al poeta. El poeta no debería sentarse al lado del ministro porque eso arruinaría justamente todo su sentido poético. Y esto último es lo que ha pasado. Un poco sí. Y encima el ministro no había leído el libro completo del poeta. Y encima lo dijo. Dijo: "Lo leí a medias". Lo habrá leído EN medias. Porque la poesía no se puede leer a medias. Es estricto. Se lee o no se lee. O bien, se lee en medias.
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