De ser la sonámbula que transita y escarba su computadora sola hasta las seis de la mañana pasé a ser la cohabitante de otra sonámbula que también escarba su computadora hasta vaya a saber uno qué horas.
Y esto, tan simple y minúsculo, como la vida en el universo, es perfecto. Como esa idea de perfección que tienen los humanos y que por imperfectos será siempre imperfecta.
Miro las migas, los vapores, los hervores, los reflejos, los ruiditos, las mugres ajenas mezcladas con las propias, y digo: alabada seas, cohabitante L.

1 comentarios:
welcome home L!
pero no sean cochinas y limpien!
jajaja
besos a ambas
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