Me gustaría que todo el mundo fuese como Berisso. Todas mis experiencias con Berisso son agradables (la palabra agradable es agradable). Extraño ir a Berisso en alguna de mis bicis. Últimamente solo voy en colectivo. Hace frío. Hoy dicen que nevó. Yo estaba absorta en una computadora, trabajaba. Pero a la noche, Berisso, el frío qué me importa. Si llego y todo es siempre otro tiempo. El mismo frío, pero otro tiempo, entendeme.
Hoy fui a un kiosco. Sabía los nombres de sus dueños. Entonces, cuando yo dije: Anahí, ella sonrió. Y cuando dije: boliche, también. De esos kioscos que tienen de todo, pero no a la vista. Solo a la vista de quienes lo habitan. Pedí esas golosinas que te explotan en la lengua y ella dijo: Sí, 30 años hace que estamos. Imposible no tener de esas golosinas que te explotan en la lengua.

Ciento cuarenta: Berisso
1 comentarios:
Sabía que alguna vez iba a ser parte de esto, báh, Anahí.
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