Y el sol en la espalda como una palmada para el día. No sería tan fácil remover el lunes desde la cama si en la ventana el frío.
Pero el sol, entonces dios es el sol. Yo apenas el aire. Yo apenas partículas flotando.
Y a la noche, tras cerrar los ojos, la última luz en los párpados es la imagen de dios, el rayo, el color que rodea las pupilas.

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