lunes, 26 de septiembre de 2011

Ciento noventa: Ángel punk

La abstinencia puede asumir formas muy extrañas. En mi caso, una gran oleada de tos ha colaborado ampliamente con mi voluntad -siempre endeble-.
La tos me ha puesto en la cama como un caracol que se retuerce cada tanto, que se sacude, que busca otra baba con la que fregarse. Así pues, ella ha venido y ha cumplido todos mis deseos como un hada madrina: jarabe y medialunas.
Y se ha quedado toda la tarde, a los pies de la cama, como un ángel, sí, como un ángel punk que iba y venía a fumarse uno que otro pucho.
Share/Bookmark

0 comentarios:

Publicar un comentario