jueves, 29 de septiembre de 2011

Ciento noventa y cinco: Reposo

Prácticamente el día no existió para mí. Excepto por la visita a la verdulería. Aprovisionamiento para la guerra viral.

He sido un cuerpo arrojado a una cama de sábanas sin ajustables. Razón por la cual, he dormido mal, entre otras cosas, porque me pone de muy mal humor que las sábanas no tengan elásticos. Creo que no he soñado nada porque la tos se ha encargado de hacerme pésima la existencia ese día. Pero de haberlo hecho habría soñado con una cama mejor.
Share/Bookmark

0 comentarios:

Publicar un comentario