martes, 31 de mayo de 2011

Setenta y siete: Final del día

Resisto en el final del día el paso al otro lado del sueño.
No dejo que el tiempo me alcance y me arrastre por el resto de la semana.
Hoy ha sido horrible y hermoso. Culpa y fascinación.
Escribo y estoy llena. Odio mis obligaciones, pero puedo escribir divinamente bien si las tengo cerca, me merodean y escribo. Y me soporto. A fin de cuentas, tengo el contador en cuenta regresiva siempre. Acá soy libre. Acá podría decir absolutamente cualquier cosa que se me venga en gana. Y el sosiego que me da eso, es sosiego que me habilita el sueño al final del día.
Tendría que ponerles ya un altar a las palabras. Leerme el evangelio de todos mis libros. Al pie de la cama, rezar profundamente todos los sentidos que me evocan.
Feliz de que hoy hubo comunión en mi esquizofrenia.


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