27 años.
Al final del arcoiris hay una cacerola essen con monedas de oro -me dijeron.
No sé.
No sé.
Es alentador pensar eso, pero yo soy existencialista. Minga que me van a dar algo cuando perezca.
A los 27 se murieron algunas estrellas. Pero a los 27 y monedas.
Hoy casi me matan dos veces. El mundo es violento. Tuve que bardear al segundo que casi me atropella. No voy a morirme todavía, sabelo. Quiero aprender a tocar el claro de luna. Mínimo.
Así que frená.
Todavía no.

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