martes, 17 de mayo de 2011

Sesenta y tres: Psicoanálisis I

El lunes le dije a mi terapeuta algo así: lo imaginario tiene efectos reales.
No es gran cosa, no. Una reflexión jalada de una tremenda sensación de verdad.
Le dije: Ponele que yo sueño que me matan. Pues bien, me despierto y estoy viva. PERO he vivido la anticipación de mi propia muerte y eso, en alguna medida, me ha trastocado el cerebro.
Ella asentía como si nada.
Le digo entonces: Si yo estoy pensando en algo continuamente, en algo feo o en algo lindo, no importa, si yo estoy viendo "mi peli", pues bien, a esa peli en algún sentido la estoy viviendo, la estoy sintiendo como real.
El cráneo es una piedra. El sentir es blando.
Tallo la piedra del cráneo y amaso el sentir.

He decidido algo real sobre lo imaginario. Entiéndalo. No estoy loca. Esto que vivo en mi cerebro es bien real. Se lo digo con el corazón latiéndome en la garganta. No tengo nada bajo control imaginario. Pero podría gritarles, sí, y voy a hacerlo, a mis fantasmas hologramáticos.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

HARMOSO!
Pita.

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