Perfecto.
Esto es mancomunarse por la vida. Pese a no haber dormido nada. Pese a no quererse el cuerpo ni un poco. En torno a una mesa de pizzas, nos amalgamó el deseo de fugarnos a la fantasía.

Breves crónicas pre-apocalípticas
Sesenta y nueve: Los artistitos
1 comentarios:
Qué lindo que luego me regalaron su arte! que suerte que era mi cumpleaños y no les quedaba otra jeje
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