jueves, 9 de junio de 2011

Ochenta y cuatro: Abrojo

El martes
(Sí, me colgué, perdoname,rocío.Bueno, te perdono, pero seguí)
Toda la noche me la pasé revolviendo pensamientos para encontrar los argumentos más (auto)convincentes para concretar la renuncia.
Renunciar a un trabajo, a una relación, a un amor, a lo que sea, nunca me ha resultado una tarea sencilla. Veo que hay gente que se sabe desprender bastante bien de todo. Yo soy como un abrojo. Me adhiero tan fuerte a las personas, a algunas cosas también, a las bicis también (esas que están entre las personas y las cosas).
La aprehensión es casi un estilo de vida. Es el pre-requisito de la intensidad.
Bueno, lo siento.
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1 comentarios:

Lucho dijo...

Desprenderse....ufff.. Que dificil!

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