Estuve sola en el auditorio solar. Luego ellos llegaron. Uno de ellos, tocó Debussy con las manos flotando, veloces.
Yo, en cambio, tengo las manos tímidas. Mi cuerpo se tensa si alguien lo ve sentado frente a la posibilidad de la música. La posibilidad de la música es muy grande frente a la posibilidad de mi cuerpo. Al menos, ahora.
domingo, 12 de junio de 2011
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