domingo, 12 de junio de 2011

Ochenta y ocho: La letra C

Todo el día la letra C.
A la mañana, decidí ser Cobarde y no hacer este taller de Clown que tanto había esperado. Pues no, mi Corazón, mi Cuerpo no están listos. A media tarde intenté pasarle la aspiradora al teclado de la Computadora y arranqué la letra C, y quedó tambaleante para siempre. Pero después, después de todo, fui a un Concierto y había un Cuarteto de Cuerdas. Pero sobre todo había un Corazón enorme. Él Compositor era un Canal. No era él, no, era lo que por él pasaba, claro, gracias a que él dejara que eso pasara por él, por su Cuerpo. La música pasaba por su Cuerpo y su Cuerpo era también el nuestro. Su Corazón era también el nuestro.
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