miércoles, 1 de julio de 2015

Trescientos cuarenta: La cañería

Conozco mis ciclos. Sé que cuando empiezo a sentir angustia, se me hace un hueco en la boca del estómago que me saca el hambre. Así puedo estar uno, dos, tres días, a veces dura semanas. Pruebo tomando mis flores sucede que nada pasa. Tomo más dosis y nada.
Me siento bien, voy caminando creo que me viene el hambre de pronto pero cuando pienso en el almuerzo se crea el hueco. Me siento agujereada, baleada.
Un día como hoy, decido hacer yoga en casa. Me pongo la banda sonora del piano, estiro la colchoneta, arranco el saludo al sol. No anticipo consecuencias, sólo estoy ahí. Apenas acabo la serie, me siento frente a la ventana y el llanto asoma. Luego explota, se expande y expande creo que no va a terminar nunca hasta que lo hace. Y alivio, me sorbo las lágrimas, reciclo.
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