lunes, 29 de junio de 2015

Trescientos treinta y nueve: La señora del perro

Finalmente voy por el alimento de la gata, después de un findesemana lleno de lamentos por el ayuno obligado. Día raro climática y anímicamente. Raro bien. Entro a la veterinaria. Hay una perra negra, simpaticona, se menea. Le hago gestos para que se acerque. Me histeriquea. La señora le dice: decile hola a la chica que te saludó. El pibe que atiende se ríe. La perra se acerca, se deja. Luego, la señora agrega: siempre me hace lo mismo, me hace comprarle golosinas cuando estamos acá y después en casa no se las come, así no, negra. El pibe le regala una golosina. La negra rechaza. La señora se enoja. La negra acepta, mordisquea la golosina. Ellas se van, contentas se ven, les salió gratis.
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