domingo, 27 de marzo de 2011

Once: La 7

Hacía mucho tiempo que no escuchaba que alguien dijera mogólica. Me dio cosa. La decían los de la hinchada de visitante. La pasión tiene formas extrañas. Yo estaba de visitante.
No entiendo mucho de ese mundo. Pero cuando mi hermana entra a la cancha, a mi se me suelta la cadena y en vez de gritar, lloro. Y llorar no daba. Me reprimí las lágrimas cada vez que ellos gritaban su nombre o hacían con los dedos el número de su camiseta.
Yo suelo ser muy intelectual. Horriblemente intelectual para estas cosas. Me pongo a analizar porque le dicen marimacho a la de cabeza rapada del equipo contrario y hasta me pongo mal, quisiera pegarles un sopapo. Es que yo no entiendo esas pasiones.
A mí me emociona mi hermana.



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