Esbozo unas hipótesis al respecto: todos los inodoros van al cielo, pero el de mi casa está bien ubicado y el resto no. Siempre se empieza por el inodoro y, en todo caso, se termina en el bidet. Nunca al revés.
La acumulación de encendedores que no funcionan habla de una dificultad para soltar el pasado, más allá de la utilidad ocasional frente a las hornallas y las quemaduras implicadas en seguir tratando con el pasado.
No sé, se las tiro. Hay cosas peores, pero esto puede ser suculento si se lo mira con detenimiento.

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