Cuando el momento finalmente llega, yo estoy contenta aunque mi corazón se agolpe. Y entramos al escenario y no soy bien consciente de nada. Creo que si me detengo a pensar, detenerme va a hacer que me pierda. No puedo pensar, mi cuerpo sabe. Todo va saliendo bien hasta que la música.
La música ha vuelto empezar pero la danza está ya empezada. Mercury. Show must go on.
Nos vamos ondulando por el piso. El disco ha saltado. La gente igualmente aplaude. Aplaude porque sí.
Y entonces volvemos para intentarlo una vez más, con un poco de frustración en los hombros y el entrecejo, y otra vez la música. Otra vez el disco salta y todo vuelve a empezar. Y la gente igualmente aplaude. Parecen yanquis.

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