Nunca es finito.
Yo temía ir sola a berazategui porque toda esa zona urbana y gris me da temor. Porque sí y por prejuicio.
Ella entonces me hizo el aguante.
Y viajamos en tren.
Me gusta viajar en tren por las estaciones y por el ritmo.
Yo tenía un plano de berazategui y todo estudiado. Diez cuadras. Tocamos una puerta. Atiende una mujer y nos muestra sus gatos. Luego baja el hombre con la cámara.
Yo la miro mirando el futuro que voy a capturar y la guardo en una mochila diez veces más grande.
No sé cómo darle las gracias.
Creo que no alcanza con hacerle una ensalada.

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