jueves, 29 de junio de 2017

Trescientos noventa y dos: actúo como un flaco

Cuando en el 2009 entré en la crisis más profunda de las que tengo conciencia, empecé a leer sobre "género" un poco para poder entender, para poder explicarme porque los cánones no me quedan. Hoy pensaba por qué no me gustan una serie de cosas que deberían gustarme. Principalmente porque no soy una persona que pueda aceptar un molde y meterse ahí, sobrevivir ahí. Mi personalidad no me deja estar tranquila. Creo que algunas personas se lo bancan, no les molesta, incluso algunas se sienten más cómodas al entrar en los lugares. No es mi caso.
Pensaba también por qué dejo de escribir y después vuelvo sedienta a lo mismo. Porque no puedo quedarme quieta, porque de repente todo se mueve y necesito escribirlo otra vez, sí, otra vez para verlo, para explicármelo, para ser un poco más consciente.
Cuando hace unos años fui a la astróloga O. a hacerme la Carta, ella dijo que las cosas no me iban a ser fáciles: Géminis que quiere unir lo diferente, Acuario que quiere discontinuar para transformar, Escorpio que no se calla una y siempre tiene que estar sacando a la luz las tensiones, Cáncer que pide hogar. Todo eso, quizá. Es una explicación posible. Hay otras, claro. Lo cierto es que todo esto que soy y que es, principalmente, algo propio, genuino, o al menos, un intento de eso; también me permite tener conexiones verdaderas con algunas personas que están dispuestas a eso. Con el resto se me hace muy difícil. Y sí, capaz actúo como un flaco, para algunxs, no sé bien como tomarlo, ¿es un piropo? ¿es un insulto? No sé, más bien creo que es un intento por ponerme en algún lado tranquilizador para el que lo dice. Pero acá estoy moviéndome porque es lo que mejor sé hacer y porque también me sale, con todo el costo emocional que tienen estas cosas.
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