jueves, 1 de junio de 2017

Trecientos noventa: Hay fuego

No hace tanto frío en las primeras noches de este otoño profundo. Hay fuego. Quiero irme a dormir con la imagen de las plantillas rítmicas que ayudan a los pacientes de Parkinson a salir del Freezing. En ese círculo de emprendedores-fumadores que se arma en el patio de La Colmena, redescubro la intensidad de los que crean desde la matriz ventricular. Somos un grupito de intensos, apenas ablandados por el escabio, seguramente bien distintos en nuestra sobriedad, pero ahí estamos haciendo la comunión de la fe de los que emprenden, de los entusiasmados, de los incansables.
Hay fuego en ese ecosistema micromundo, hay ideas geniales que te dan en la cara un impacto de felicidad que me desarma la seriedad. Cae la carcasa, aparecen sutiles las palabras como fuegos artificiales de pronto, un poco también en mi mente se representan como pirotecnia china los insights. No importa tanto de donde vengamos, lo que nos une es el corazón de las búsquedas. La fe.
Sentir que hacemos algo que va a cambiar el status quo en algún pequeño o grande sistema de cosas.
No estamos tan solos en el otoño profundo. Estamos cubriendo las costas.
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1 comentarios:

mati poggio dijo...

Tremendo artículo! Clap, clap, clap.

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