martes, 27 de marzo de 2012

Doscientos ochenta y dos: No querrás ser

Mirá si un día me levanto y no quiero ser más soprano. Y me doy cuenta, inútilmente, de algo que, inútilmente, siempre ha estado allí. Esto es: capaz soy otra cosa. Capaz no soy pato ni soprano, capaz soy cisne y contralto o mezzo, ponele.
Porque si es por "ser" no soy mujer, ni periodista, ni hija, ni nada que yo no quiera. Porque ser tiene que ser libre. Ése es el único ser en cuestión, si viene al caso. Y la libertad siempre viene a este caso. Sobre todo si estoy harta de estar siendo cosas, o si estoy aburrida, o si no me salen, como no sale nada más allá del fa de la última línea del pentagrama.
Entonces no soy.
Y no ser funda una posibilidad en la mente. Hay una nada. El vacío chupa y las posibilidades caen como torrente.
De pronto estoy con una línea de mezzo. Se refieren a nosotras como las "altos". Me siento a gusto. Siempre me he sentido "alto" por muchos motivos que vendrían al caso pero no al tiempo ni a las ganas. Soy alto. Las altos somos cisnes negros.
Share/Bookmark

0 comentarios:

Publicar un comentario