Correr hablando y alcanzar el test de cooper en la primer salida, un poco agitada pero inflada de análisis astrológicos. Cabeza a cabeza.
Evitar hacer ruido con el trote como hacen los aviones cuando de pronto despegan las ruedas del piso. Suspendida en la corrida como una galga joven. Encendida en la mente hasta perder de vista un cuerpo que se entrena por el mismo cuando me distraigo y lo dejo. Hace bien sus cosas.
En la noche, en el bosque, las personas son siluetas muy oscuras apenas. De pronto estan tan cerca que casi nos chocamos y ese encanto de perderse en la negrura tan cerca del cotidiano y tan lejos a la vez de la rutina.
Es verano y la noche tienta maratón.
martes, 17 de diciembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
Solo pasaba por aquí...
Publicar un comentario